lunes, 14 de febrero de 2022

Eros y Afrodita - Lelia Acosta



Hoy comprendo que los Dioses, sin mayor preocupación,
Acordaron darle nombre a una bella emoción,
Cuando los cuatro juntos, después de larga reunión,
Al unísono gritaron: ¡Amor! ¡Esa es la decisión!

Afrodita convenció a quien más tarde encontré,
Y yo, seducida por Eros, prontamente accedí,
Dejando entrar al amor con el que siempre soñé
A mi vida y al camino que con gusto emprendí.

Venus me perseguía sin dejarme de mirar,
Cupido la secundaba con las flechas en costal,
Espantada yo corría en un escape brutal,
Tan en desatinado paso, ¡fui por el suelo a rodar!

Semejante encontronazo con el suelo me llevé,
Que mi mente perturbada no alcanzaba a comprender,
Lo que había sucedido, llegando a donde llegué.
A los brazos de Morfeo y pronto… ¡me desperté!

El recuerdo - Mónica Reynaga Mendoza


Sigo esperando, aún tengo la ilusión de verte de nuevo. Hace mucho que ya nadie viene ni habita esta ciudad, en ocasiones me parece ver a alguien transitar entre la densa neblina que perdura en el día y las noches. No sé lo que son realmente, esas figuras están ahí por un momento y después nada, ya no más. Y así transcurren los días desde la ventana de la casa que solíamos habitar con nuestro amor.

Ya nadie viene a esta ciudad maldita, en donde he de pasar mis últimos días junto a tu recuerdo, como última esperanza de que aún tengo la oportunidad de verte. He querido terminar con todo y por fin estar a tu lado, pero temo que si yo desaparezco al final ya no existirá nadie más que te recuerde. Alguien como tú no merece la verdadera condena de la muerte.

Desde que tengo memoria habito aquí, aunque este lugar no era lo que es ahora. Casi lo aborrezco; sin embargo, no me permito hacerlo porque gracias a que aquí nací te conocí. Eras la mujer más hermosa que había visto en mi vida, bastaba con que sonrieras para iluminar todo mi día, la neblina no existía en tus ojos y yo era afortunado de observar tal acontecimiento. Adoraba acariciar tu largo cabello, liso, castaño, impregnado con el olor de las flores del jardín; deslizaba mis dedos por él hasta encontrar tu cuerpo, tu bello y frágil cuerpo.

He vivido tantos años en esta habitación que ya es difícil saber cuándo es hoy y cuándo es ayer. Mi infierno personal solamente te tiene a ti como rayo de luz...

¿Lo escuchaste? Alguien llamó a la puerta. Esos ruidos que no son humanos se asoman de vez en cuando por los rincones de la entrada. Lo que sea que está detrás de ella no puede ser humano, pero no tengo miedo. Si lograran entrar pienso que al menos así lograría verte. Los ruidos terminan.

Cierro los ojos.

Elizabeth, me hiciste el hombre más feliz del mundo cuando aceptaste casarte conmigo, ¿por qué te fuiste? Te busqué como loco por la ciudad, yo sabía… sabía que tu cuerpo estaba en el jardín, pero ¿y tu alma? Después de buscar por años decidí venir a este cuarto. Te espero. Todos los días espero ver tu silueta entre aquellas sombras que surgen de la neblina. Todos los días espero ver a tu alma entre alguna de ellas, y en ese momento sin dudarlo, abriría la puerta para encontrarme contigo.

Mi alma está atrapada aquí para siempre. Quizás, sólo quizás, yo también soy parte de un recuerdo.

Criatura - Fabiola Amaro


La capa y este antifaz
se quedan quietos.
A nadie le importa
ser heroína en este juego.
Mi condición de enamorada
es requisito de una historieta
con todo y su final no tan feliz.



Lo que sea - Beatriz Rodríguez

¿Sobre qué escribir? ¿De qué tema podría extenderme por lo menos una cuartilla? ¿Qué escribo?, pregunté, y la respuesta fue la misma: “lo que sea”.

La expresión “lo que sea” me produjo sentimientos encontrados. Por un lado la sensación de esa persona a la cual le pregunté no le importa, y por otro la emoción de que tiene plena confianza en mi buen gusto y acertado criterio.

Así que por mayoría de votos el tema de este texto es sobre “lo que sea”.

“Lo que sea”, según yo, es una frase sin terminar; para que la expresión tenga sentido, y la personas objeto de este enunciado pueda interpretarla de manera efectiva, debe ir o debería ir acompañada de, por ejemplo: justo, posible, de interés, mejor, significativo, menester, medible, mucho, entre otras muchas más posibilidades según sea el contexto, situación e involucrados.

Haré lo que sea por escribir correctamente textos que despierten interés, curiosidad, pasión por seguir leyendo.

“Lo que sea” es, por mencionar una de esas posibilidades, el título de la canción interpretada por Aranza, escrita por Amando Manzanero, la cual dice:

Lo que sea
Lo que supongas se te antoje
O prefieras lo que me pidas
Te hace falta lo que quieras
Yo te acepto
Como sea
Lo que sea

Lo que sea
Aunque me sangre el corazón, 
aunque me duela
Si es lo que quieres

No me importa que me pierda
Yo te acepto
Lo que sea
Lo que quieras

Lo que sea
Por tus besos, tus abrazos y miradas
Por tenerte junto a mí en mis madrugadas
Por escuchar tu voz
Y acariciarte

Lo que sea
Aunque el mundo me condene para siempre
Y en mi vida nunca más brille mi suerte
Para tenerte aquí
Y aunque me muera
Yo te acepto
Como sea
Lo que sea

(Fuente: https://lyricstranslate.com/es/aranza-lo-que-sea-lyrics.html)

Bebiendo café - Emmanuel Orlando Rivera Gutiérrez

3 de febrero

No sé por dónde comenzar a describir las pérdidas que me han hecho llegar a este estado en el cual no tengo ganas de nada, si las enlistara me hundiría más en este horrible sentimiento.

* * * * *

12 de febrero

Los días pasados y sobre todo este he analizado de qué manera recuperarme y hasta ahora se me ha ocurrido algo. Nunca me había sentido emocionado por la celebración de ese día. Antes era un día insignificante, acaso una ida al cine, café o una cena. Pero en estos momentos es algo más, es un pequeño brillo que puede lograr que este camino comience a iluminarse.

* * * * *

13 de febrero

Ya no me importa haber soportado los gestos y miradas de los empleados. Llegué a un acuerdo con el negocio de flores que está junto a la plaza. He obtenido algunas rosas a manera de crédito, al venderlas en su totalidad liquidaré su costo y obtendré algo de ganancia. ¡Cuánto le he implorado al dueño! No fue fácil convencerlo, y eso que es mi amigo de hace años. Al final él accedió a cambio de que trabajara sin paga este y dos días más.

* * * * *

14 de febrero

¡Hoy todo cambiará! Lo sé, sólo hace falta que abra la ventana y vea que es un ¿bello día?, pensé. Luego no pude creer la cantidad de nubes en el cielo. Encendí la televisión para escuchar al presentador del clima decir: "Lluvias torrenciales en gran parte del país, mínimo hasta el fin de semana".

Salí a la calle, como esperando salir de algún sueño. Abrí la palma de mi mano y cayó la primera gota, la "punta de lanza” de un incesante bombardeo. Cerré la puerta, preparé café y cuando estuvo listo me serví una taza. Tomé asiento sobre el sillón de la sala y ahora mientras escribo miro las rosas sobre la mesa, pienso en lo hermosas que son.

Autora - Alexandro Roque

Al leerla pienso en otra historia, más extensa. La releo. Imagino más cuartillas, una historia no lineal o hasta una saga, con más diálogos y más signos de admiración. Con un clímax en cada capítulo. No hay errata que valga: las dejaría con tal de cambiar la dedicatoria de su próximo libro.

Amor - Lelia Acosta

Si me llevan y me traen
En palabra me convierto,
Mas entonces ya qué queda
De aquel bello sentimiento

Cuando a mí me dejan libre
Yo me puedo explayar
Recupero hoy mi nombre
Y a volver a comenzar

Cuando dices un “te amo”
Tu oferta me convence
Cuando viene un reclamo
El amor pronto se vence.

En el mundo del abstracto
El amor suele brillar.
¡A firmar un muy buen pacto
Para poderlo tocar!

Hoy no quiero ni pensar
Lo que el amor ha dejado
En mi ser tan lastimado
Que no para de llorar.

Si de amor hoy tú me hablas
Corro y corro sin parar,
Pero si amistad entablas
Tal vez me pueda quedar.

Princesa - Fabiola Amaro

Clavó su mirada en mí, con el gesto preciso de otro rostro, una fusión de emociones pasando de la indiferencia al dolor, golpe a la razón. Me quitó la sonrisa inocente, mi corona. Me dejó un gastado sombrero de arlequín, sarcasmo, locura.

Un amor incondicional e imperfecto - Silvia Velasco Sosa

Octubre de 1975. Una historia de amor que nace de una cita a la cual no estaban invitados ninguno de los dos. Se encuentran, se saludan, hay un silencio incómodo y viene una invitación a tomar un café, más por compromiso que por ganas. Ella acepta sin saber en dónde había quedado su verdadera cita. Pero había que hacer algo en un viernes y con 21 años de edad, ni modo de quedarse encerrada.

Van a la cafetería que está a la vuelta de la oficina de él. Es un lugar pequeño, acogedor, a media luz y con una música de fondo en inglés de aquella época. Se escucha a Eric Clapton, The Beatles, Tina Turner, Queen, entre muchas otras bandas y cantantes.  Ella es apasionada de esta música, así es que el lugar se convierte en un escenario ideal para conocer un poco a ese joven.  Sin ningún interés por ambas partes, surge algo en común.  Él se ofrece a llevarla a su casa, ella acepta el aventón y al momento de despedirse la invita a salir nuevamente. Sin saber ni por qué, la chica acepta la invitación.

Y después de la segunda cita, todos los días sin falta el joven llega a visitarla a las 6 de tarde, cruzando toda la Ciudad de México, desde Polanco hasta San Jerónimo.

Él fue convirtiéndose en parte de la familia y de la vida social de ella, que es muy activa. Dentro del mundo de la charrería, sus amistades le abren su corazón al joven. Una guitarra, bonita voz, y agradable presencia lo ayudan a ser parte de nuevas experiencias. Él tenía actividades muy rutinarias, sólo a veces jugaba futbol además de su empleo. 

Los días de la madre, del padre, las Navidades, las cenas de Año Nuevo comienza a festejarlos con la nueva familia. Podrán preguntarse: ¿y su familia en donde quedó? En su vida de pocas amistades y compromisos y una tristeza permanente.

A los pocos meses de conocerse se comprometen y un año después se casan en un lienzo charro de lujo, con una gran fiesta que el padre de ella les regala. 

Ya casados él comienza a mostrar señales del ejemplo que aprendió de sus padres de siempre estar en casa guardados, pero ella no puede quedarse inactiva, desea divertirse, salir con amigos, viajar, ir a las discotecas; aunque una realidad inesperada comienza a nublar su vida. Buscan varios años a su primera hija, que llega hasta el cuarto año de matrimonio y a los 11 meses llega la segunda.  A pesar de sus dos hijas, la pareja estaba distanciada, el alcohol había entrado en sus vidas. El busca salidas falsas que lo convierten en un hombre inestable. Los amigos ya no quieren socializar con la pareja, ya le dan la vuelta. Llega el momento de tener que ingresarlo a un centro de rehabilitación. Varios meses pasan y con el apoyo de su familia ella trabaja para sacar adelante a sus dos hijas. La familia de él no hace presencia, ya que vivían algo similar. No podían hacer nada por su hijo.

Pasaron los años en un entrar y salir de rehabilitación. ¿Por qué ella no tomaba la decisión de dejarlo? El gran amor que siempre había tenido por él la mantenìa esperándolo. Al fin y al cabo, su esposo es una persona con buenos valores morales, viviendo en una tristeza infinita que no sabía canalizar su mente, pero con una fortaleza de espíritu muy grande. Al poner en una balanza los días obscuros de alcohol y los días de su luz interna irradiándola, siempre daba como resultado la inclinación del peso hacia la luz de ese hombre. 

Las hijas se casan, llegan los nietos y por fin el abuelo encuentra un sentido a su vida.  La abuela siempre ha tenido a sus amistades, a la familia, sus pasatiempos, su profesión, además de sus pasiones por la lectura, la música y hoy en día la escritura y sus nietos. Ella ha aprendido a mantenerse activa contra viento y marea, su actitud alegre y al mismo tiempo fuerte, da como resultado una familia unida, no solo por la compasión hacia su esposo, sino por el amor que es el centro de esta unión.  ¿Qué ella ha querido tirar la toalla más de una vez? ¡Claro!, aunque siempre ha pensado que no existe el hombre perfecto, así es que prefiere quedarse con las imperfecciones ya conocidas. Él sigue siendo una persona rutinaria, aunque con un don para el servicio impresionante. Tiene el don de la comunicación oral y escrita, por lo quien se acerca a él, siempre recibe las palabras adecuadas. 

En esta historia de amor incondicional e imperfecto se han presentado enfermedades, grandes decepciones, carencias enormes, pero eso sí risas, muchas risas. Los pequeños detalles diarios como la preparación de una taza de café a la abuela todas las mañanas, agarrarse de la mano para cruzar una calle, abrirle la puerta a ella para que se suba al auto, un mazapán delicioso de sorpresa por la tarde mantiene vivo el cariño. Esto es el amor que perdura y que traspasa cualquier crisis en una pareja con 45 años de matrimonio.