domingo, 14 de febrero de 2021

La escritura y una mujer bonita - Dr. Barbahan

Soy enemigo de dar consejos en literatura pero muchos jóvenes me preguntan cosas acerca de escribir. Bueno, pues les voy a dar mi secreto:

Escribo para mi, después para mi y al ultimo para mi.

El escribir es como cuando una mujer se arregla para salir. Primero se debe gustar a ella, porque si no la probabilidad de que le guste a los demás baja; ante todo ella, ya después si le gusta a alguien pues qué bueno, y si no, pues ni modo.

Así de sencillo, usando la técnica femenina: si me gusta a mí qué bueno, y si le gusta a los demás, pues está mucho mejor.

Esto es independiente de si uno escribe bien o mal.

Siendo creación, lo demás no importa.

Tiempo de corazones - Fabiola Amaro

Al abrir la puerta lo veo y no lo creo. Está conmigo. Es demasiado bueno para ser cierto, pero así es. Tanto tiempo añoré este momento: pasar en pareja un día de san Valentín.

Su camisa a medio cerrar deja ver un pecho varonil, brazos fuertes, sus pantalones vaqueros insinúan sus atléticas piernas. Por un momento cierro los ojos creyendo que es un sueño, y al abrirlos encuentro unos enormes ojos verde jade, contrastando sobre su piel morena.
 
Mi galán me da un gran ramo de bellas rosas rojas, de lo cual deduzco puso atención al comentarle en ese mensaje cuales eran mis flores favoritas. Es tan galante, además de guapo e inteligente, lo cual resulta ser una combinación perfecta.
 
Me asomo en derredor y veo a mis vecinas que nos miran desde las suyas, con sus caras de asombro e incredulidad. Me imagino lo que dicen y me produce un placer infinito. ¿A quién le habrá rezado la cotorra de la Alicia? Ahora sí le resultó poner el santo de cabeza. ¿Pues con cuál bruja fue? ¡Qué bien le resultó el amarre! ¿De dónde salió ese tipo? Es muy joven para ella. ¿Quién sabe dónde sacó a ese muchacho? Del pueblo no es.

Pongo las flores en la mesa de entrada, y Andrick me toma de la mano. ¿Será su nombre de pila o será su nombre artístico?, ¡bah, a quien le importa!

Me pavoneo a lo largo de la calle de la mano de este hermoso ejemplar masculino. Me siento la protagonista en la alfombra roja de alguna presentación de telenovela. Sonrío cínicamente hasta dar vuelta a la esquina, donde tomamos un taxi que nos lleva a la plaza central, al baile del grupo Lila del Campo y su grupo Tentación. Lo trajo el presidente municipal con motivo de San Valentín, de manera gratuita. Ya se la saben, tiempos de elecciones.

Me sé todas las canciones de su nuevo disco, pero las que más me gustan son las de amor esas que a cada rato pasan en la radio. Llegamos temprano porque le dije quería encontrar un buen lugar, pues quiero ver de cerquita a Lila, mi cantante favorita.

“Eres tan guapo y formal, de risa bella y sensual” le canto al oído a Andrick, parada de puntitas. Me toma por la cintura y nos vamos a bailar. Siento su mano oprimiéndome, el contacto de sus yemas en mi blusa empapada de sudor. Me toca como desde hace años nadie lo ha hecho, me aprieta contra su cuerpo, irónicamente me siento tan viva, aunque me falte el aire.

Llega el momento romántico. Se apagan las luces, pasa ambas manos por mi cintura y rodeo su cuello viendo su hermosa carita. Esa foto no le hace justicia, en persona es mucho más guapo, compruebo. 1.80 de estatura, talla 32, barba partida, ceja poblada y pestaña larga como Yasin, el galán de la telenovela turca de las seis de la tarde. Así lo imaginé y así lo tengo ahora frente a mí.
Me dice cosas lindas, me hace sonrojar y ponerme suavecita, y sigo contemplando su hermosura. Su boca carnosa, dientes perfectos, y esos hoyuelos en los cachetes, me hacen ver que valió la pena la espera.

Al terminar el baile, vamos a cenar al mejor restaurante del pueblo, Pizzas La Toscona. El dueño nos recibe en la puerta, ¡Lichita, qué milagro que nos visitas! Mesa para dos. Perfecto, caballero, bienvenidos. Prende las dos velitas que están sobre la mesa y trae la pizza hawaiana, mi favorita. Andrick pide un vino tinto, bebemos mucho y la noche va cayendo entre mis quehaceres diarios y anécdotas divertidas de su trabajo.
 
Al salir de ahí, caminamos bajo la luz de las estrellas. Si mi pueblo es bien bonito, le digo, ¿cómo es que no había visto lo bien que arreglaron la calle principal? Con estas luces rojas de corazoncitos y con todas las lámparas encendidas, hasta parece locación de telenovela.

Cuando se lo digo, da una carcajada y me dice: "¡Ay Licha, eres tan ocurrente!, todo lo quieres relacionar con las telenovelas", y yo le digo que la vida ocurre así, como en las telenovelas, que cuándo se iba a imaginar que una muchacha “grandecita” de pueblo como yo, se iba a encontrar con un galán de ciudad jovencito, así como él.

Pues déjame decirte que estás muy bien conservada, Alicia, te ves joven y radiante. Me chivea todita y de repente se me olvida que soy una provinciana solterona. Pero al verlo en el pueblo creo que todo es posible, después de tanto pedírselo al santito, claro, con una ayudadita.

El taxi regresa por nosotros y vamos a las afueras de mi pueblo, a donde van las mujeres de mala reputación, ahí donde llegan los traileros, y donde cada quincena los esposos de mis vecinas hacen su nidito de amor, pero no con ellas, aunque se hagan de la vista gorda.

Andrick abre la puerta, me carga como si fuéramos una pareja de recién casados, me pone en la cama suavemente, me desnuda poco a poco, con cuidado, y yo me siento “la Rayana “, la protagonista de la novela. Es muy bueno en lo que hace, tenía razón la recomendación, por eso lo pedí con tiempo. ¡Sí señor, se ha ganado mis catorce corazones, lo merece!

Me hace el amor como todo un caballero, para nada se parece al patán del Carlos que nomás me hizo mujer a mis dulces diecisiete ahí todo atrabancado, como si fuera yo una vaca; luego me fue a dejar a casa como si nada hubiera pasado y al saber que mi papá lo andaba buscando para matarlo se fue al otro lado. Pero nada de eso importa en este momento, ahora me dejo llevar por la pasión y la dulzura con Yasin, digo con Andrick, en esta noche tan especial.

La luz del primer rayo me pega en la cara, me baño, me visto. Él sigue dormido y lo contemplo harto rato, porque quiero que me dure esta imagen mucho tiempo. Así me lo quiero llevar, como si fuera una fotografía, es tan joven y bello, quiero llevarlo en mi mente, recordarlo así, con catorce corazones. “Eres tan guapo y formal, de risa bella y sensual” canto despacito para no despertarlo, pero abre los ojos y me dice: “perdón Licha, estoy cansado, el viaje desde Ciudad de México me dejó agotado”. “Gracias, Andrick, me voy a casa”. Le firmo el recibo de conformidad de servicios, le dejo una buena propina en la bolsa de la camisa, “por el viaje tan pesado, guapo”.
 
Me besa la mano, me guiña un ojo. ¡De verdad, cómo se parece al Yasin! De regreso en el taxi, pienso en el catorce de febrero del siguiente año y en la posibilidad de solicitar de nuevo el servicio, valió la pena el dinero invertido por todo lo que me hizo sentir.
 
Le pondré a Andrick el máximo de corazones en su perfil de la página Catorce Corazones Time, servicio para solteras, “si no disfruta el día de San Valentín, le regresamos su dinero”. Servicio garantizado.
Cómo me gustan las novelas turcas, pasan cosas bien bonitas, hasta uno puede pensar en hacerlas realidad. Desde ahora esperaré con ansias el catorce de febrero, a mí que nunca me gustó festejarlo.

Conductores - Diana Lagunas


Desde el descubrimiento de que los dolores que acongojan al corazón roto tienen un carácter metálico, muchos han sido los estudios acerca de su comportamiento en el cuerpo humano. Esto explica tan doloroso pesar provocado por esa profunda tristeza que hunde el pecho hasta sentir la respiración como un grave estertor. El corazón, en su proceso natural, es capaz de deshacerse de estos intrusos ferromagnéticos —llamados ahora conductores— por medio del cuidado y apapacho apropiados. No obstante, siendo la vida tan corta y tan largo el olvido, curar un corazón roto nunca había sido tan raudo como hoy.

La extracción AD-3 —su nombre técnico—, más conocida como cura del corazón roto, consiste en retirar el material causante del dolor mediante un campo magnético. Los pacientes, en la mayoría jóvenes, acuden desesperados a las clínicas de extracción, en donde un dispositivo se acerca a su pecho con el magnetismo suficiente para atraer el material objetivo. Los famosos conductores son absorbidos en el proceso, y un par de horas más tarde el corazón queda libre de todo pesar, listo para amar nuevamente. Una vez saturado el dispositivo de extracción, el material metálico es desechado en un contenedor similar a la bolsa de una aspiradora.

Aunque el costo de la sesión no es inalcanzable, solo pocos son los que logran someterse múltiples veces a la cura del corazón cada vez que enfrentan un duelo. Los pacientes con menos recursos logran obtener una extracción por medio de un préstamo con alto interés, provocando en algunos casos una deuda eterna, dejándolos sin otra alternativa más que vivir para pagar sus tratamientos. Muchos de ellos invierten todo su esfuerzo en conseguir un crédito que les podría tomar el mismo tiempo que si quisieran invertir en una sanidad natural.

La búsqueda de la felicidad inmediata ha traído consigo efectos secundarios inesperados. 

Médicos, psicólogos e incluso ambientalistas han unido fuerzas para detener esta aplicación, advirtiéndonos lo que nos espera. Cada día se levantan más movimientos en contra de esta práctica médica sentimental, cada uno de ellos con un argumento distinto. Por ejemplo, ¿qué nos quedará por amar el día en que nos alcance el inmenso y pesado basural donde están amontonados todos nuestros conductores?

¿Qué es realmente el amor? - Carlos Loperena

Hablar hoy de amor es como hablar de política o de futbol o de los “trend topics” que dominan las redes sociales, algo de lo que todos hablan sin ahondar, sin pensar, sin juzgar con un mínimo sentido crítico.

La palabra amor aparece en todas ellas desgastada, llevada y traída, arrastrada por el suelo, hasta quedar despojada de su realidad y de su belleza y bondad. Lo mismo ocurre cuando tomamos el periódico o leemos un noticiero digital y entramos a la sección de sociales y vemos a nuestra nobleza retratada en amorosa pose como anunciando “miren la familia modelo que somos”. No quiere decir que no las haya buenas, las familias, y hasta ejemplares. El código postal no cuenta, pero parece que la mayoría se contenta con un amor aparente.

Ahí está el otro peligro: hacer que la realidad del amor sea transportada al terreno de lo irreal y ficcional, tierra de fantasmas, y nos deje de sí misma puramente el olvido, o la renunciación que cantaba Javier Solís: “No quiero verte llorar, no quiero ver que las penas se metan en tu alma buena, por culpa de mi querer… Ya ves que todo te di en la vida, mi pobre vida que es para ti”. Canciones adoloridas, de ardidos, donde el amor no se pierde en un océano etéreo, pero sí se revela impotente, dejándonos ver su fracaso o su inútil búsqueda.

Pero ¿puede decirse estrictamente que el amor se trate de un tema?, ¿No responde más bien a un conjunto de significados a los que es difícil ponerles un común denominador? Como una palabra que navega sobre muchas islas flotantes desconectadas entre sí. Podemos hablar de la virtud de la caridad, ¿tienen que ver con ella toda esa pléyade de hermanas pequeñas que se le asemejan, como son el cariño, la ternura, la comprensión, el respeto...?

Muchas son producto de la industria de la frivolidad, de la apariencia, del quedar bien, del verse bien, del ser “cool” o “la civilización del espectáculo” que ensayó Vargas Llosa.

Está también el amor a las cosas materiales, el reino del tener: “amo los Lamborghinis, amo a los condos en Abu Dabi, a los cuerpos sin un gramo de grasa trabajados en fitness programs hasta el límite”. Hablamos del amor al vino, del amor a la naturaleza o a la música, desde el rap hasta Mahler, o los cantos gregorianos. 

Sin embargo, esos “amores” se quedan cortos frente a otros como el amor entre un hombre y una mujer: “por alto que esté el cielo en el mundo, por hondo que sea el mar profundo, no habrá una barrera en el mundo que un amor profundo no pueda romper. Amor es el pan de la vida, amor es la copa divina, amor es un algo sin nombre que obsesiona a un hombre por una mujer”, nos cantaba Daniel Santos con mejor intención que éxito para tratar de explicar qué es el amor. Y seguía: “Amor cuando tu sientas amor verás rosas los colores, habrá miel en todos los sabores, y amor en todo lo que es amor”, pero por más miel que se le eche no se logra expresar con plenitud eso que es el amor.

Aun ese amor si se queda tan solo en el amor físico basado en el sexo, se corre el riesgo de confundir el enamoramiento con el amor verdadero y duradero. El máximo de experiencias en el menor tiempo posible, pero este “amor” deja siempre un trasfondo de vacío, un regusto amargo por sus escasas temporalidad y entidad, es la sensación por encima de lo demás. “Hacer el amor”es sinónimo de acostarse con otra (o) con quien no se tiene ninguna cosa en común más que el deseo de copular.

“Esta súbita abundancia y aparente disponibilidad de “experiencias amorosas” llega a alimentar la convicción de que el amor (enamorarse, ejercer el amor) es una destreza que se puede aprender y que el dominio de esa materia aumenta con la asiduidad del ejercicio. Se cree que el próximo amor será una experiencia más estimulante que la anterior y así sucesivamente. Sin embargo solo es otra ilusión. La clase de destreza que se adquiere es la de terminar rápidamente para volver a empezar en la que según Soren Kierkegaard, el Don Giovanni de Mozart era el virtuoso arquetipo. (Cfr. Amor Líquido de Zygmunt Bauman)

El problema de entender el concepto del amor está en que la misma palabra significa muchas cosas. El punto es como unir esas islas estancas, a través de algo común y que nos ayude a entender en qué forma participan o se emparentan con el verdadero amor.

A este amor le podríamos poner una mayúscula: Amor, que es ese algo unificante y común en todas las configuraciones del amor.

Andre Gide poco antes de morir escribió: “elegancia, grandeza, dignidad, reputación, virtud, me da miedo y vergüenza emplear estas palabras; es tal el descaro con que se ha abusado de ellas”. Chesterton decía: “la vulgaridad es pasar junto a lo sagrado y no enterarse”.   El amor se convierte en algo proteico, amiboide, delicuescente, inasible.

En muchos idiomas la palabra amor significa tanto el amor de entrega del hombre a Dios, como el socorro al necesitado, como el amor entre un hombre y una mujer, como el amor hacia los demás hombres. Pero la palabra se ha desvalorizado, con su efigie se están acuñando monedas muy falsas, ¿Cómo distinguir las falsas de las buenas?

El mismo idioma nos juega malas pasadas pues la palabra amor puede referirse a muchas cosas. Por ejemplo, ¿qué quiere decir “caerse bien", o "gustarse mutuamente”? Tiene como todos los idiomas dentro de “ene” vocablos, una palabra madre o fuente que reúne a todas las demás, en la frase referida esa palabra es amor.

Podemos buscar el amor en la poesía: Octavio Paz en La Llama Doble relaciona sexualidad y amor de manera magnífica, nos dice que “el fuego original es la sexuaidad que levanta la llama roja del erotismo, y esta a su vez sostiene y alza otra llama, azul y trémula: la del amor. Erotismo y Amor, La Llama doble de la vida.”

Y nos da otra idea, Erotismo y Poesía, erotismo = poética corporal, poesía =erótica verbal.

El erotismo es ceremonía es sexualidad transfigurada: metáfora

Lo que mueve a lo erótico y a lo poético es la imaginación.

Nos dice Ronald Barthes en su libro Fragmentos de un Discurso Amoroso: "El amor está presente por razones obvias en las cartas de amor, el discurso amoroso urdido de deseo, de imaginaciones y declaraciones , lo que pasa por la cabeza del enamorado está marcado como la señal de un código , en otro tiempo lo fue el código de amor cortesano o la Catie du Tendré (sentimientos, emociones tiernas)

Es como una “tópica” amorosa y lo que se lee en ella no es su definición sino su argumento. Argumentum: exposición, relato, sumario, pequeño drama, historia inventada, pancarta a lo Brecht.

Si hay una figura “Angustia” es porque el sujeto exclama a veces: estoy angustiado, “¡Angoscia!” canta en un momento la Callas. En cierto modo la figura es un aria de opera que se identifica con su incipit “Je veux vivre ce reve” en Roméo et Juliette de Charles Gounod.

Freud que por un lado habla del abandono de la lengua en la palabra “amor”nos dice que todo uso idiomático, aún en medio de todos sus caprichos permanece fiel a alguna clase de realidad. El quid está en que no se pierda lo que es unificante y común que la misma lengua con todas sus restricciones y abstracciones contiene y nos ofrece.

El término “cáritas”, cuando se inserta en el uso común del hablar pierde su sentido al quedar sometido a los avatares del dinamismo idiomático de la lengua viva y cae en el peligro del cambio de sentido, del estrechamiento de su significado y en el desgaste (Cfr. Pieper).

Así, la palabra caritas se adoptó como la atención a los necesitados y menesterosos, y todo lo que tiene que ver con la organización técnica y material que se requiere para llevarla a cabo. Y claro que no podemos negar que en ese sentido hay un gran amor de Dios y del prójimo que mueve a los que lo llevan a cabo. O sea que no se opone, al contrario. Lo que pasa es que la palabra Caridad va más allá como virtud teologal del amor entre Dios y el hombre. “Es el regalo esencial",  dice Santo Tomás de Aquino. De modo que como dice Karl Jaspers se puede dar también una caritas sin amor y yo diría que un amor sin caritas, Eros y Agapé deben ir siempre de la mano.

De la infinidad de definiciones y aproximaciones a lo que es amor, una de las mejores nos la da Paulo de Tarso escribiendo a los Corintios, en los primeros años del cristianismo, en la que dice que nada de lo que tenga, haga o sea una persona, tiene verdadero valor si no va acompañado, o no es movido por el amor.

Y más que definirlo nos da una serie de notas y características del auténtico amor: “El Amor es comprensivo, es servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es grosería ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra en la injusticia, sino que goza con la verdad.El Amor disculpa sin límites, confía sin límites, espera sin límites, soporta sin límites”

El amor verdadero implica un cortejo de virtudes sin las cuales el ser humano no puede conocer, ni entender y sobre todo vivir el amor. Nos habla de ser comprensivos, ah que difícil es a veces es más fácil querer a alguien que comprenderlo, sobre todo si es una mujer (sonrían). Ser servicial con los demás, en el extremo, ponernos de alfombra para que los demás pisen blando (desde luego es una metáfora)

No envidiar, no envanecernos, no ser groseros ni egoístas, no irritarnos ni ser rencorosos, no alegrarnos con la injusticia sino gozarnos con la verdad. Y termina Pablo diciendo : “El Amor disculpa sin límites, confía sin límites, soporta sin límites”

El verdadero Amor exige un dominio de nosotros mismos, que no viene sino del esfuerzo de una voluntad enamorada y bien entrenada en el autodominio, sin llegar a ser estoicos pero si personas en las que su inteligencia y voluntad interactúan con la virtud de la fortaleza, la justicia, acompañada de la templanza y la prudencia que es el auriga que conduce la cuadriga de las demás virtudes.

Las demás aproximaciones del amor de las que hemos hablado se acercan al verdadero amor en la medida en que participan y conviven con la bondad, la benevolencia, el perdón, la amabilidad, el respeto, y todo ese elenco de virtudes que deben estar presentes cuando buscamos lo que es el verdadero amor. El Eros siempre embellecido con el Agapé.

Así el sexo y el erotismo tienen que estar impregnados y acompañados de la delicadeza, la elegancia, el amor de servicio por el otro para que sus manifestaciones no se queden en un placer egoísta auto referencial e intrascendente de solo el individuo. Un onanismo infecundo.

El amor no es solo un sentimiento aunque siempre sea un sentimiento, no es solo pasión aunque siempre sea pasión, no es solo placer de los sentidos aunque siempre estén presentes los sentidos, pues somos una compuesto inseparable de materia y espíritu.

Sigue diciendo Pablo: ”Ahora vemos como en un espejo y oscuramente, después veremos al principio del Amor cara a cara. Ahora solo conozco de una manera imperfecta, pero el día que llegue la consumación todo lo imperfecto desaparecerá y entonces conoceré al Autor del Amor como el me conoce a mi, y le amaré como El me ama a mi pues El es el amor”.

Este es un amor sublime pues se dirige al Amor como causa última del ser.

Decíamos, humanamente el amor no es gratis, “there’s no free lunch” dicen los gringos, el amor se va a experimentar y a vivir a base de esfuerzo. Es una conquista diaria, paso a paso, tramo a tramo, golpe a golpe… está en las cosas pequeñas, en las cosas simples y sencillas. Dando empleo, enseñando al ignorante, procurando la cultura, elevando el nivel intelectual de la gente.

Mientras permanecemos en esta noche oscura del alma, en la cual el amor que buscamos se nos escapa como una anguila entre los dedos, nos acercamos, lo tocamos, pero desaparece, se esconde detrás de las cosas más sencillas: en la inocencia de los niños, en el amor sacrificado de la mujer por su familia y por su hogar (final de la película de Roma, muy emotivo). El profesional o dueño de un oficio responsable, constante, perseverante, aguerrido por sus ideales, fiel a su mujer y a sus hijos cada día.

El amor tiene mucho de misión, de inconformidad en el hic et nunc, hoy y ahora, con el concurso de mis sentidos, sentimientos, emociones y de las dos potencias del alma: la inteligencia y voluntad.

Entonces entender qué es realmente el amor es una tarea de toda una vida que implica el trabajo de todas nuestras potencias sin ceder, sin claudicar, sin dar entrada al desánimo ni a la renuncia

Un bolero romántico de los sesentas en la voz de Gualberto Castro, de la autoría de Gonzalo Curiel, puede servirnos para aumentar más nuestra confusión: “Enderezar la vela blanca de nuestra nave hacia otros rumbos donde el amor florezca. Ámame, pero déjame, aléjate si quieres salvarte de mi olvido”

Sacando al filósofo que llevo dentro, me quedo con esta frase del “aquinate” por redonda y completa como todo lo que le caracteriza: “El amor es el regalo esencial. Todo lo demás que se nos da sin merecerlo se convierte en regalo por virtud del amor”. (Santo Tomas de Aquino)

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Maria Callas, Bella Figlia Dell Amore
[Duca]

Bella figlia dell'amore
Schiavo son de'vezzi tuoi
Con un detto, un detto sol
Tu puoi le mie pene
Le mie pene consolar Vieni e senti del mio core
Il frequente palpitar
Con un detto, un detto sol
Tu puoi le mie pene
Le mie pene consolar

Noche de bodas - Francisco Barrientos

Primera noche

Sigo esperando a que me toque. Todas las noches aguardo desnuda en la cama deseando que ponga al menos uno de sus dedos sobre mí. He intentado varias posturas, insinuaciones y algunos regalos, pero nada funciona.

El hotel no mentía en las especificaciones de la suite de recién casados: es grande, con pisos de mármol y con pocas paredes, lo que da una sensación de amplitud, pero a pesar de eso estamos encerrados. Las paredes exteriores son a prueba de ruido, por lo que podríamos hacer el amor como enfermos sexuales sin que nadie pudiera escucharnos. Todo bien pensado, salvo una cosa. Él sigue acostado dándome la espalda, haciendo lo único que sabe hacer bien: respirar.


Cuarta noche

Él decidió que durmiéramos en camas separadas. “La suite es demasiado grande para que sólo utilicemos un cuarto”. Esa fue su excusa. Quise decirle que era imposible que una pareja que lleva tres días casados no pudiera ni siquiera dormir en una misma habitación. Él me tachó de loca. Yo lo agarré por los hombros y le dije que me cogiera. Sólo me dio un beso en los labios y se fue a la otra cama.

Lo observo y veo como su pecho se agita con cada respiración. Cada uno de sus resoplidos entra por mis oídos taladrándome los tímpanos. No sé cuántas horas me quedé mirándolo dormir desde la puerta, pero cuando me metí en la cama, él comenzaba a despertar.


Sexta noche

Hoy por fin fue el día. Mientras nadaba en la piscina, vi cómo se iba acercando. Venía completamente desnudo y así sin más se echó a la piscina. Me tomó de la cintura y comenzó a besarme. Sentía como poco a poco iba introduciéndose más dentro de mi. Pasamos de la alberca a la cocina, de la cocina al pasillo, del pasillo al baño y finalmente el dio un último grito sobre la cama.

Me acerqué a él y coloqué su brazo sobre mí para terminar más juntos, acurrucados. Comencé a llorar. Llevaba esperando esto desde que lo conocí hace 10 años, desde que nos dimos nuestro primer beso hace ocho, desde que se me propuso matrimonio hace dos y desde que nos casamos, hace cinco días.

“Quiero el divorcio”, fue todo lo que dijo para después encerrarse en el baño mientras escuchaba como se masturbaba.


Madrugada día séptimo

Sus maletas están listas junto a la puerta, no se si ya estaban ahí desde ayer que hicimos el amor porque eso fue lo que hicimos, el amor. Es imposible que él no sintiera lo que yo sentí. Estábamos unidos, compenetrados, éramos uno solo. Aún nos quedan un par de días antes de que termine la reservación, pero él no ha querido escucharme, se ha encerrado en su cuarto. No ha salido. Dice que esperará hasta que llegue la policía. No lo entiendo, somos perfectos el uno para el otro. Ya que mi corazón no puede con más decepciones, tomo una de sus maletas y me encierro en mi habitación.


Algún día después de la madrugada del día séptimo

Los titulares no dejaron de mencionar el hecho por días. La muerte de dos amantes, recién casados, a punto de iniciar una vida juntos. Tenían toda una vida por delante, eran tan jóvenes.

Lo que es innegable fue la hermosa forma de desaparecer de este mundo.

Por un lado, el hombre, tras beberse una botella de arsénico se recostó, para no despertar, colocando ambas manos sobre su pecho esperando que su princesa viniera a salvarlo.

Por otro lado, ella no tardó mucho en acompañarlo, usando la ropa que una vez fue de él. Logró ajustarla a su cuello y como un péndulo acompañó a su marido.

Una historia de amor que perdurará en los corazones de aquellos que leyeron la noticia en el periódico.

Dos poemas - Fabiola Amaro


Cae
estreméceme.

Habita como las palabras
en los gestos de una noche amorosa.

Cólmame, nombra todo
con el suave tono de tu vientre.


*****
Insectario 18
(Repelente para un hombre apasionado)

Quién me asegura que no tomarás
de mi sangre cuando duerma

Habría que verte
tan íntimo
ceñido a mi cuello
de la vena a la boca

Quiero hablar de un depredador
de una rara especie de mosquito
de tu lengua
la noche

Sin embargo;
me veo en el espejo vulnerable y pálida

Estoy viva.

Sophia - Anzcreer

Monopolio


A pesar de la caída de las bolsas, a pesar del precio del dólar lo que casi nadie sabe es que hay una corporación exitosa, una que no ha perdido nada y que sigue creciendo a costa del bolsillo y el malestar de sus clientes. Es la empresa que formaron desde antiguo Eros y Tántalo.
Se llama Amor, S.A.

Recinto y otras imágenes (fragmentos) - Carlos Pellicer

De Zygmunt Bauman

«Practicar el arte de la vida, hacer de la propia vida una “obra de arte” equivale en nuestro mundo moderno líquido a permanecer en un estado de transformación permanente, a redefinirse perpetuamente transformándose (o al menos intentándolo) en alguien distinto del que se ha ido hasta ahora...»

* * * * * 

«Ser artista por decreto, significa que no acción también cuenta como acción; además de nadar y navegar, dejarse llevar por las olas se considera a priori un acto de arte creativo y retrospectivamente suele registrarse como tal. […] ¿quién puede saber cuál será el billete que ganará en el próximo sorteo de lotería? Sólo el billete no comprado carece de posibilidades de ganar...»