Si había alguna justicia en el mundo, si el dios perro tenía alguna
influencia sobre lo que ocurría a sus criaturas, entonces el mejor
amigo del hombre se quedaría junto al hombre después de que ese
hombre y ese mejor amigo hubieran estirado los dos la pata.
Paul Auster
seremos la noche y una larga meditación
las horas caninas serán de un inconsolable duelo
y, al amanecer, serás mi melancolía azul
auguro que las escrituras volverán a ser violentas
trágicas y sin remedio
agonizantes y temblorosas
serás la muerte digna de mi infinito dolor
el día que no estés seré el anfitrión de un carnaval de la locura
recordaré orgullosamente tu compañía
leal como las bestias que cuidan el Infierno
guardián de los días en que el espanto clamaba mi espíritu
derramaré cerveza...
será sobre la urna de tus cenizas esperando que vuelvas
perlas de mezcal podrían ser un buen analgésico
con fumarolas blancas podría conjurarte
el día que no estés todo será la propia lejanía
seré vulnerable de los muertos que trepan mi cuerpo
los gritos enmudecidos no tendrán eco
moribunda y triste despedida será el día que no estés
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