viernes, 14 de febrero de 2020

La funda - Ernestina Cortés

Creo que no fueron ni tres bocados. Cuando me di cuenta ya estaba de ti hasta el cuello. Solo me acuerdo cuando ya estabas aquí, detrás de mis ojos, ¡bien adentro!

Con tus manos en mis manos como guantes de las tuyas, con tus piernas en mis piernas, tu ser en mi ser debajo de la piel, sintiendo mi cuerpo como una funda del tuyo, con tus palabras ahogándome y respirando tu mismo aliento.

Fue muy fácil el que entraras, pero nunca pensé cómo es que ibas a salir. Ahora decidiste dejarme y no encuentro cómo sacarte, no sé cómo escupirte y no puedo dejar de sentirte; solo sé que no eres como un hijo para darte a luz, que eres el hombre al que amo y que mi funda no tiene cierre.

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